Ciutadella talayótica: historia viva junto al mejor tenis

Un legado prehistórico declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 2023, a solo unos pasos del Club Tenis Ciutadella sede del Open Menorca ATP Challenger 100
La historia no siempre se descubre en los libros. A veces, basta con alzar la vista o recorrer un sendero de piedra para tocar el pasado. En Ciutadella, al oeste de Menorca, lo antiguo convive con lo actual en una simbiosis singular.
Y durante la celebración del Open Menorca ATP Challenger 100, esa convivencia cobra una fuerza especial. A escasos minutos del Club Tenis Ciutadella, la cultura talayótica, milenaria y poderosa, sigue revelando su historia al visitante curioso.
Este 2025 o el próximo año 2026, con el torneo consolidado como referente deportivo internacional y Ciutadella como epicentro tenístico de primavera, es el momento perfecto para descubrir que en esta isla no solo se juega al tenis, también se camina sobre huellas de más de 3.000 años de historia.
Talayots, taulas y navetas: el ADN arqueológico de Menorca
Los restos arqueológicos de las primeras comunidades que vivieron en Menorca han marcado y han caracterizado su patrimonio y su paisaje.
Esta es la isla con la mayor densidad de yacimientos prehistóricos registrada en el mundo (más de 1.500 yacimientos en apenas 702 km²), constituyendo una ventana abierta al conocimiento de las antiguas culturas del Mediterráneo y un símbolo de la identidad insular.
La cultura talayótica es uno de los patrimonios más genuinos y distintivos de Menorca. Según la Fundació Foment del Turisme de Menorca (Menorca Turismo), se trata de una civilización prehistórica que floreció entre el 1600 y el 123 a. C., caracterizada por construcciones ciclópeas —sin argamasa— de piedra caliza.
Su nombre proviene de los talayots, torres troncocónicas construidas con grandes bloques de piedra, cuya función pudo ser defensiva, social o ceremonial.
Pero los talayots son solo el principio. La isla cuenta también con taulas —monumentos en forma de T, exclusivos de Menorca—, que probablemente servían como altares o centros religiosos.
Y con navetas funerarias, estructuras colectivas de enterramiento que reflejan una organización social compleja y profundamente espiritual.
Esta riqueza arqueológica fue reconocida el 18 de septiembre de 2023 por la UNESCO, que declaró la ‘Menorca Talayótica’ como Patrimonio Mundial de la Humanidad, subrayando su valor excepcional y su excelente estado de conservación.
Ciutadella: epicentro cultural desde la prehistoria
El municipio de Ciutadella, que a finales de marzo principios de abril vibra con el sonido de raquetas y vítores en el Open Menorca ATP Challenger 100, fue desde hace milenios uno de los puntos neurálgicos de esta cultura ancestral.
A muy poca distancia del centro histórico y del Club Tenis Ciutadella, se encuentran algunos de los yacimientos más relevantes de toda la isla.
Entre ellos destacan, según la Agencia Menorca Talayótica, organismo dependiente del Consell Insular de Menorca y que gestiona los bienes de la Menorca Talayótica:

• Naveta des Tudons
El monumento funerario más conocido de Menorca. Esta tumba colectiva de la Edad del Bronce destaca por su impresionante arquitectura en forma de nave invertida, construida en seco, sin mortero. Durante excavaciones en los años 60, se hallaron restos óseos de al menos cien individuos, acompañados de ajuares personales: brazaletes de bronce, botones de hueso, armas y recipientes cerámicos. Es un símbolo de la isla y una visita imprescindible.

• Poblado de Son Catlar
El mayor poblado talayótico amurallado de Menorca, con 42.420 m² de superficie. Conserva una muralla ciclópea de casi 900 metros, completa y rodeando todo el perímetro, junto con cuatro talayots circulares, una taula sin capitel, casas y un enigmático monolito con grabado antropomorfo. Fue habitado desde el 1000 a. C. hasta la llegada de los romanos.

•Poblado de Torretrencada
Pequeño poblado con una de las taulas mejor conservadas de la isla, que mantiene incluso una pilastra de refuerzo en su parte posterior. También conserva un talayot, restos del recinto, hipogeos y los cimientos de viviendas. Estuvo habitado hasta época medieval, lo que lo convierte en un lugar de evolución arqueológica continua.

• Poblado de Torrellafuda
Rodeado de acebuches, este poblado destaca por su atmósfera evocadora. Alberga un talayot, una taula, casas y una necrópolis con hipogeos. En uno de ellos se halló un lote de balas de plomo de hondero, de época romana, lo que demuestra la superposición de culturas en el mismo enclave.

• Hipogeo de Torre del Ram
Situado en Cala en Blanes, es uno de los mejores ejemplos de hipogeo de planta alargada. Aunque todavía poco estudiado, contiene grabados esquemáticos que representan tres naves y otras figuras simbólicas.

•Necrópolis de Cala Morell
Espectacular conjunto de 14 cuevas funerarias talladas en roca, en uso entre 1700 a. C. y el siglo II d. C. Las más antiguas son pequeñas y de planta circular; las más tardías, monumentales, imitan casas con columnas, pilastras y escalones. Algunas tienen incluso patios. La cueva más destacada presenta motivos arquitectónicos en relieve tallados en su fachada.

• Poblado del Coll de Cala Morell
Un impresionante poblado costero de la Edad del Bronce con 13 viviendas y una gran necrópolis compuesta por 17 cuevas artificiales. Sorprende por su técnica constructiva con piedras pequeñas, inusual para la época. El equipo de arqueólogos del Proyecto Entre Islas sostiene que podría tratarse de uno de los últimos poblados naviformes de Menorca, construido bajo la presión del emergente mundo talayótico.

•Poblado de Montefí
Asentamiento talayótico de gran tamaño, que pudo tener un papel estratégico cerca del antiguo puerto natural de Ciutadella. Aunque no conserva taula, pudo haber existido alguna, dada la destrucción sufrida con el paso del tiempo. Se utilizó hasta época romana.
Según el Ajuntament de Ciutadella, muchos de estos yacimientos están abiertos al público y son accesibles desde rutas señalizadas que combinan senderismo suave, naturaleza mediterránea y arqueología viva.
De la historia al presente: el tenis como hilo conductor
Resulta fascinante comprobar cómo, en un radio de pocos kilómetros, Menorca permite transitar del siglo XIII a. C. al siglo XXI sin solución de continuidad.
Por la mañana, los visitantes del Open Menorca ATP Challenger 100 pueden vibrar con partidos de alto nivel internacional. Por la tarde, pasear entre estructuras ciclópeas, en silencio, observando las piedras que aún cuentan historias de comunidades ancestrales.
Esta convivencia entre tradición y actualidad es uno de los grandes activos de la isla. No es casual que los principales apoyos institucionales del torneo —el Consell Insular de Menorca y el propio Ajuntament de Ciutadella— hayan defendido un modelo de turismo sostenible, cultural y enriquecedor, donde el deporte no eclipsa la identidad, sino que la potencia y la complementa.
Como guiño simbólico a ese legado, el trofeo que reciben los campeones individuales y de dobles del Open Menorca ATP Challenger 100 es una reproducción en miniatura de una taula, una de las estructuras más representativas de la cultura talayótica.
La Ciutadella talayótica no es solo un pasado remoto. Es un legado vivo, integrador, profundamente vinculado a la identidad menorquina. Y hoy en día, gracias al escaparate del Open Menorca ATP Challenger 100, ese legado llega a nuevos públicos, atraídos por el deporte, pero cautivados por la historia.
¿Te vienes a descubrir el pasado entre partidos de futuro? La Ciutadella talayótica te espera.
Fotos y referencias arqueológicas: Agencia Menorca Talayótica.























